Ultimátum de los regantes aragoneses a Rosa Aguilar: convocarán movilizaciones si no firma en 20 días el plan de impacto ambiental para el embalse de Biscarrués

Los regantes de Aragón han decidido dar un plazo de veinte días al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para que ofrezca garantías de construcción del pantano de Biscarrués. Si durante este tiempo, no hay contestación o si la declaración de impacto ambiental fuera negativa, estudian convocar una gran manifestación en Zaragoza en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, la asamblea general de Riegos del Alto Aragón ha tomado esta decisión tras conocer el contenido de dos informes del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), que apuntan la existencia de carencias medioambientales en el proyecto de construcción del embalse de Biscarrués. Las mismas fuentes explican que si finalmente Riegos del Alto Aragón convoca las movilizaciones, iniciará una ronda de encuentros con los ayuntamientos del sistema de riegos, organizaciones, sindicatos agrarios y partidos políticos para solicitar su apoyo a las protestas. Según las fuentes consultadas, los regantes también se reunirán con los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón para pedirles que "no usen este tema políticamente". Además, la Comunidad de Riegos del Alto Aragón emprenderá la próxima semana una segunda línea de acción, a través de sus servicios jurídicos, para obtener el expediente del proceso del proyecto de construcción del embalse. Reivindicación histórica en Aragón La construcción del embalse de Biscarrués es una reivindicación histórica en Aragón. Su construcción es considerada por los agricultores de la zona como una "obra imprescindible" para garantizar los cultivos de regadío en gran parte de la región en los próximos años. El primer proyecto de Biscarrués suponía la construcción de un pantano de 192 hectómetros cúbicos, que fue rechazado por la Comisión del Agua, que, posteriormente, se mostró favorable a un embalse de menos capacidad (35 hectómetros cúbicos). Pero su construcción ha tenido también contestación en la propia Comunidad Autónoma, en el entorno del río Gallego. Sus detractores, constituidos en la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, piden que este proyecto no salga adelante ya que, aseguran, supondría anegar parte del territorio, la desaparición de las empresas de turismo rural que viven del río, y, por consiguiente, importantes pérdidas económicas.

 

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