Ganaderos de Castilla-La Mancha protestarán en Madrid por el bajo precio de la leche
Se sumarán a la movilización impulsada desde Castilla y León. Amenazan con paralizar el suministro
El 24 de agosto los ganaderos de Castilla y León iniciaron la “Marcha Blanca”, una protesta que recorre toda la comunidad autónoma y termina con una concentración el 4 de septiembre en Madrid. A esta protesta se sumarán cerca de 300 productores de leche de Castilla-La Mancha para exigir el aumento del precio.
El Confidencial Autonómico pudo hablar con el colectivo de agricultores y ganaderos Unión de Uniones de Castilla-La Mancha que espera que la totalidad de los ganaderos de la región se sumen a la protesta en la capital.
En total podrían participar más de 1.000 castellano-manchegos, entre los 300 ganaderos acompañados con sus familias. Las fuentes consultadas aseguran que actualmente el precio del litro de leche manchega se sitúa en los 30 céntimos, entre seis y ocho céntimos por debajo del coste de producción.
Esta situación ha llevado a que produzcan por debajo de los costes desde hace 14 meses y podría suponer –según declaran a ECA- la desaparición del 30% de las explotaciones de Castilla-La Mancha.
Este sector lamenta que están infravalorados ya que las condiciones climatológicas de Castilla-La Mancha permiten tener productos lácteos de primera calidad. “Somos la despensa no valorada”, aseguran las fuentes. Existen cerca de 300 explotaciones con una media de 120 vacas por cada una.
Según sus cálculos, cada explotación ha registrado una media de 100.000 euros en pérdidas, lo que supone 900 euros por cada animal al año.
Aunque un grupo de ganaros manchegos ya han participado de la “Marcha Blanca” en Castilla y León, las miradas están puestas en las protestas de este próximo viernes en Madrid. Los ganaderos se reunirán frente al Ministerio de Agricultura para llevar sus reivindicaciones.
En caso de que no consigan que la administración no solucione su problema, se reservan el derecho a no entregar la leche como medida de presión.
Las fuentes consultadas se quejan de que los ganaderos son víctimas de la industria y de las importaciones que se realizan de este producto –principalmente de Francia- a precios más bajos que en sus países de origen.
