Funcionarios de prisiones denuncian la conflictividad de la cárcel de Palencia
Ponen como ejemplo el último caso: un preso con trastorno psiquiátrico agredió a un trabajador con un peine
Un simple peine sirvió a un interno en el Centro Penitenciario de Dueñas, en Palencia, para enviar al hospital a un funcionario de prisiones. Esta agresión no es un caso aislado, ya que según la plantilla y los sindicatos, la conflictividad en esta cárcel es muy alta.
La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) denuncia que el pasado domingo 8 de mayo se produjo un suceso grave en la cárcel de La Moraleja, en el municipio palentino de Dueñas.
Un interno con un trastorno psiquiátrico, que estaba ingresado en el módulo de enfermería, usó un peine para agredir a un trabajador de la cárcel, perteneciente al área de vigilancia. Cuando se lo encontró en las escaleras del módulo, sacó un pincho que se había hecho afilando el peine y comenzó a atacar al funcionario sin mediar palabra.
En total, la víctima, que pertenece al área de vigilancia sufrió ocho heridas: una brecha en la cabeza y diversos cortes en el cuello y en las manos. Debido a ello tuvo que ser primero atendido en la propia enfermería de la cárcel de Dueñas y después fue trasladado a un hospital. Actualmente permanece de baja médica.
El preso llevaba apenas cinco días en Dueñas, sufre un trastorno psiquiátrico grave y estaba encuadrado en el protocolo de prevención de suicidios.
Según denuncian desde ACAIP, esta agresión no es un caso aislado: el sindicato destaca el “alto grado de conflictividad” que existe en esta prisión de Palencia. Las causas de estas agresiones, según ellos, son que hay un alto número de internos potencialmente conflictivos en la cárcel, y además también se concentran muchos presos que sufren patologías psiquiátricas graves.
Los funcionarios de prisiones aseguran que desde hace tiempo se está produciendo una cadena de agresiones por parte de internos con problemas psiquiátricos, en centros penitenciarios de toda España. Estos incidentes los atribuyen al elevado número de presos que tienen trastornos mentales y a la falta de personal para tratarlos y controlarlos.
