Alberto Fabra sigue los pasos de Esperanza Aguirre y pactará un recorte de los liberados sindicales en la Administración. 90 delegados saldrán en las próximas semanas

El nuevo presidente de la Comunidad Valenciana se ha auto impuesto como uno de los objetivos prioritarios en su primer año de Gobierno la supresión de los liberados sindicales en la Administración autonómica, tal y como hizo Esperanza Aguirre en Madrid. Para ello, deberá llegar a pactos con las centrales.

Según ha sabido El Confidencial Autonómico, el recorte de los líderes sindicales es una de las principales medidas de ajuste que prepara el Gobierno de Fabra de cara a los Presupuestos de la Generalitat para el año próximo. Las cuentas del Consejo, hechas públicas el lunes, reflejaron un ‘agujero’ de 2.000 millones durante el último ejercicio, que será utilizado por el Ejecutivo regional para justificar los nuevos recortes.

De hecho, la necesidad imperativa de ahorro será un argumento fundamental en la negociación con las centrales, que ya han expresado su disconformidad ante cualquier iniciativa que acarree la supresión de delegados liberados en la Administración de la Generalitat.

De hecho, los sindicatos recuerdan que la Generalitat lleva 90 años proporcionándoles “medios humanos adicionales” para la negociación colectiva, por lo que esta medida supondría romper un acuerdo ‘histórico’.

La idea de Alberto Fabra es seguir los pasos de Esperanza Aguirre, que ha conseguido ahorrar a las arcas de la Región 72 millones de euros a través de la supresión de 2.000 liberados sindicales. Para ello, la presidenta de Madrid siguió dos pasos fundamentales -anunciar sus planes y después reunirse con los sindicatos para pactar una salida paulatina de los sindicatos- que serán repetidos este otoño por su homólogo valenciano.

90 delegados del Conejo de la Generalitat, los primeros en salir

Las fuentes consultadas por este diario explican que la Generalitat Valenciana cuenta, en la actualidad, con más de 1.000 liberados sindicales, repartidos en el Consejo, Sanidad, Educación, Justicia, Función Pública, y representantes adicionales.

El primer grupo que se verá afectado será, precisamente, el que más cercano se encuentra a Alberto Fabra: el del Consell (o Consejo) de la Generaliat. Dicho organismo, que encabeza el propio presidente autonómico, perderá en las próximas fechas a 90 delegados sindicales, tal y como informará el Gobierno regional a las centrales.

 

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