Robo en la catedral de Santiago de Compostela. Un experto avisa de la falta de seguridad para el patrimonio religioso, lo que facilitó el hurto del Codex Calixtino

"En estos momentos, la seguridad del patrimonio religioso es tan mala que se puede robar cualquier cosa en cualquier catedral, iglesia o museo". Quien habla así es Enrique Bande, sacerdote de Ourense y uno de los máximos expertos en arte religioso. Asegura que el robo del 'Codex Calixtino' de la catedral de Santiago de Compostela se pudo haber evitado. Bande fue delegado del patrimonio y archivero de la diócesis local durante más de 10 años. Afirma que "en general, apenas hay sistemas de seguridad y, cuando los hay, no funcionan. Iglesia, museos y, no digamos, ermitas o casas rectorales están absolutamente desprotegidas. Hay un abandono total del patrimonio y, por supuesto, de su seguridad. Si no se llevan más cosas es porque no quieren". El experto explica que "la Iglesia no tiene medios suficientes para garantizar la seguridad de su patrimonio y nunca los tendrá. Por eso, debe buscarlos en las administraciones. Porque es sumamente urgente una protección mayor del patrimonio". Según los datos oficiales, el patrimonio eclesiástico está integrado por 100.000 inmuebles. Es decir, el 80% del patrimonio histórico-artístico nacional pertenece a la Iglesia católica. No es el único caso de un robo en un templo religioso. En 1996, desapareció el Códice del Beato de Liébana del Museo Diocesano de La Seo de Urgell. En el mes de septiembre de ese mismo año fueron detenidos cinco israelíes a los que se les ocuparon cinco libros: tres manuscritos en hebreo y dos incunables en latín. Los acababan de robar del monasterio de Montserrat.

 

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