Los controladores aéreos gallegos lanzan un pulso a José Blanco. Dicen que ya están cumplidas sus horas máximas anuales y amenazan con cierres del espacio aéreo

Los controladores aéreos gallegos están en pié de guerra contra el Ministerio de Fomento. Alertan de posibles cierres parciales en el espacio aéreo ante el exceso de horas trabajadas por el colectivo en el Centro de Control del área terminal de Santiago de Compostela, el que da servicio de aproximación a los tres aeropuertos gallegos y a algunas llegadas al aeropuerto de Oporto. El cierre parcial del servicio en el centro gallego supondrá que durante varias horas, en los turnos afectados, el servicio de aproximación a las torres de Santiago, A Coruña y Vigo dejará de proporcionarse, ya que los controladores que han rebasado el máximo de horas anuales no podrán trabajar, prestando el servicio menos trabajadores de los imprescindibles. En la práctica, significará que no podrán despegar o aterrizar aviones en ninguno de estos aeropuertos mientras el servicio esté cerrado. Los controladores adelantan que esta situación se repetirá en otras comunidades por las mismas causas. Es uno de los efectos de la entrada en vigor de la Ley 9/2010, que marca el límite legal de horas trabajadas anualmente en 1.670 horas. En Santiago de Compostela este problema se ha agudizado por "el impacto pernicioso" que ha supuesto, a raíz de esa misma ley, la retirada del servicio de los profesionales de más de 57 años, que desde el día 15 de abril fueron apartados del servicio con el consiguiente aumento de jornadas para el resto de los controladores, y que afectó a un 10% de la plantilla en dicho centro.

 

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