División en Castellón sobre la playa para perros
Según ha sabido El Confidencial Autonómico, la zona de playa para perros que el ayuntamiento de Castellón de la Plana puso “a prueba” hace unos meses –de octubre de 2016 a marzo de 2017- ha contentado a los que pasean los perros, pero también ha generado muchas quejas entre los vecinos y usuarios de la playa, “y eso teniendo en cuenta que se ha puesto a prueba en los meses de otoño e invierno, por lo que en verano las quejas serían mucho mayores en una zona de playa tan concurrida”, expresa a este digital uno de los vecinos, que teme “un período de prueba que no es el de mayor uso de la playa, para que el ayuntamiento se salga con la suya, pero la mayoría de los vecinos pensamos que no se prorrogará”.
En esta zona de playa se instaló una zona con bebedero, un punto dispensador de bolsas, papeleras y una ducha para las mascotas, todo con la debida señalización. En los paneles informativos figura el horario –de 7 horas a 23 horas– y las normas de uso: obligación de recoger los excrementos de los perros y depositarlos en la papelera, así como el deber de que lleven bozal los perros considerados peligrosos.
El ayuntamiento castellonense –cuya alcaldesa es la socialista Amparo Marco, con los votos de Compromís y Castelló en Moviment (la marca local de Podemos)– quiere tomar la decisión escuchando a todos, y según ha sabido ECA, la satisfacción de los dueños de perros y la intención del consistorio de prorrogar su uso se enfrentan a “muchas quejas de vecinos”. Todos han podido expresar su opinión y el ayuntamiento ha de tomar la decisión en marzo sobre si continúa o no la playa canina. La zona reservada de la playa cuenta con más de 3.000 metros cuadrados.
