Izquierda Unida de Córdoba, una ‘balsa de aceite’ tras la marcha de Rosa Aguilar a la Junta

Rosa Aguilar sorprendió a todo su partido -izquierda Unida- cuando aceptó la 'invitación' de un Griñán recién llegado a la Junta. Aún le quedaban dos años de legislatura al frente de la alcaldía cordobesa, que ella había conseguido y mantenido sin demasiada dificultad. Un puesto en la Junta como responsable de Infraestructuras fue suficiente para la decisión de Aguilar. Andrés Ocaña, segundo de a bordo de Aguilar, tomó las riendas del consistorio. Un año más tarde, Ocaña ha sido anfitrión de una reunión de la Ejecutiva nacional de IU, con Cayo Lara incluido, en la ciudad andaluza. Y dicen voces del partido en la región que "las personas que hoy están en el gobierno tienen una relación más estrecha" con la formación. Y es que hay quien acusa a Aguilar de ser un tanto 'personalista', y de no responder de ninguna manera a la disciplina de partido. Ahora, la 'buena sintonía' domina las relaciones entre la alcaldía y la coordinadora regional de IU.