El referéndum de Puigdemont tendrá más urnas que el 9-N

Una urna y un ordenador en una mesa de la consulta del 9-N.
Una urna y un ordenador en una mesa de la consulta del 9-N.

El Departamento de Gobernación de la Generalitat de Cataluña ya ha elaborado las bases del acuerdo marco con el que pretende adquirir las urnas para el referéndum de independencia que insiste en celebrar este año 2017 pese a las advertencias del Estado sobre su ilegalidad. Hace unos días explicó que el acuerdo servirá para homologar a empresas suministradoras de urnas que sirvan a todo tipo de procesos electorales (incluidas las elecciones autonómicas), para así tratar de sortear la impugnación del Gobierno de España. Aunque se conocen pocos detalles, sí se adelantó una cifra: serán más de 8.000 urnas. De ser así y de seguir adelante los planes de la Generalitat, este referéndum que plantea Carles Puigdemont contaría con mayor número de urnas que la consulta -luego denominada “proceso de participación ciudadana”- que celebró Artur Mas el 9 de noviembre del 2014. Entonces, el ejecutivo catalán instaló 6.695 urnas en otras tantas mesas electorales, y tan sólo se gastó 50.317 euros (incluidas las papeletas) porque fueron urnas de cartón elaboradas por presos del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) del Centro Penitenciario de Ponent, en Lérida: urnas que, por cierto, la Generalitat no guardó en previsión de otro referéndum.

 

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