Los fallos lingüísticos en los libros escolares de Baleares

La Fundación Jaume III ha analizado manuales de Primaria y ha detectado errores en la adaptación del catalán al mallorquín, el menorquín y el ibicenco

Palabras en catalán señaladas en los libros de texto de Baleares.
Palabras en catalán señaladas en los libros de texto de Baleares.

La polémica sobre la lengua en Baleares tiene en las escuelas uno de sus campos de batalla. Hace más de un año, el gobierno de José Ramón Bauzá (PP) impulsó un cambio en los libros de texto que se usan en colegios e institutos, y que en su inmensa mayoría estaban escritos en catalán, para que se adaptaran a las modalidades lingüísticas de las islas.

Al inicio de este curso, la Fundación Jaume III -una asociación regionalista de Baleares contraria al pancatalanismo- se propuso evaluar si los libros de texto de las principales editoriales del archipiélago han adaptado o no sus manuales a las “modalidades insulares” del catalán que, según el decreto educativo de mínimos de 1997, deben seguir todos los materiales docentes utilizados en los centros públicos y privados.

El Confidencial Autonómico ha podido consultar un exhaustivo informe sobre este asunto que han redactado el filólogo y escritor catalán Xavier Pericay y Joan Font Roselló, profesor de la Universidad de las Islas Baleares, impulsor de la Fundación Jaume III y que pasó de las filas del PP a UPyD.

En el documento, los autores analizan la lengua utilizada en los libros de asignaturas como Conocimiento del Medio y Lengua Catalana que tres importantes editoriales -Anaya, Santillana y Vicens-Vives- editan desde Palma de Mallorca para Primero, Tercero y Quinto de Primaria con la etiqueta “Islas Baleares”, es decir, que en teoría han pasado por el filtro de correctores y técnicos de Baleares y de la Consejería de Educación de esta comunidad autónoma.

Adaptación insuficiente” a las modalidades baleares

El objetivo del estudio que ha hecho la Fundación Jaume III es “huir de afirmaciones categóricas tanto de aquellos que afirman que no están nada adaptados como aquellos que pretenden hacernos creer que la adaptación es inmejorable” desde el catalán que se habla en Cataluña al mallorquín, al menorquín y al ibicenco.

El documento -que se acompaña de un vídeo de resumen- recoge una larga serie de formas catalanas (también algunos “castellanismos”) usadas por los libros de texto con que estudian los escolares en Baleares y que los autores consideran que se deberían haber sustituido por términos y estructuras propias del mallorquín, el menorquín y el ibicenco. El análisis abarca el léxico y la fraseología, la morfología verbal y no verbal, el uso de preposiciones y conjunciones y otras observaciones.

“En líneas generales, el grado de adaptación de los textos elegidos es bien magro. No sólo en aquellos aspectos gramaticales que ni siquiera se han tenido en cuenta -como el artículo baleárico y los pronombres débiles, sino también en aquellos que sí se han tenido -como el léxico-, donde la adaptación es claramente insuficiente”, denuncia el documento consultado por ECA.

Los correctores se decantan por la forma catalana

La conclusión principal es que si bien no se puede decir tajantemente que los libros escolares analizados no se hayan adaptado, ya que todos incluyen palabras y estructuras propias del catalán que se habla en Baleares, “sí se puede afirmar que esta adaptación es, desde todos los puntos de vista, claramente insuficiente”.

Desde la Fundación Jaume III lamentan que lo que al final los alumnos de Primaria de esta comunidad autónoma leen y aprenden de estos libros analizados es “una auténtica mezcolanza de vocabulario”, donde se entremezclan términos propios de Baleares y otros muchos de Cataluña, e incluso algunos del valenciano.

Sus quejas también viene porque los correctores de estos libros de texto, a la hora de elegir entre una solución lingüística en catalán y otra en balear -siendo ambas correctas y avaladas por las instituciones normativas-, “se decantan casi siempre por la primera”. A eso se añade la completa erradicación del artículo salado (“sa illa”, en mallorquín, frente al catalán “l’illa”, es decir, “la isla”), uno de los aspectos que más polémica ha causado en los conflictos lingüísticos, por ejemplo, en la televisión pública autonómica.

 

“En suma, tras analizar 18 libros de texto de las asignaturas de Catalán y Conocimiento del medio, podemos concluir que la adaptación de los libros al mallorquín, menorquín e ibicenco es insuficiente a todas luces. El enésimo fraude del catalanismo”, aseguran los autores de este informe de la Fundación Jaume III sobre la adaptación de los libros de texto a las modalidades baleares.

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