Pretendía inmolarse en un autobús de la ciudad

Detención de un yihadista en Segovia. Los policías locales reclaman formación antiterrorista

Con la elevación del nivel la alerta se aumentó el número de chalecos antibala compartidos, pero los agentes echan en falta un protocolo específico de autoprotección

Agentes de la Policía Local de Segovia, en un acto con la alcaldesa Clara Luquero.
Agentes de la Policía Local de Segovia, en un acto con la alcaldesa Clara Luquero.

Madrid, Cataluña, la costa mediterránea y Ceuta y Melilla suelen ser los lugares donde más yihadistas capturan las Fuerzas de Seguridad en los últimos años. Sin embargo recientemente hubo una detención en Segovia: un antiguo terrorista de los GAL que se había convertido en un islamista radical con planes para atentar inmolándose.

La Guardia Civil detuvo la semana pasada a Daniel Fernández Aceña, acusado de delitos de terrorismo por supuestamente haberse convertido en un activo promotor del yihadismo en las redes sociales, pero también por planear pasar él mismo a la acción.

El terrorista pasó hace años por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la organización de terrorismo de Estado que funcionó en los años 80 con los gobiernos de Felipe González. Ahora, según la juez de la Audiencia Nacional que decretó su detención e ingreso en prisión, había comunicado a sus contactos que pretendía “inmolarse en un autobús de Segovia”, lo que aceleró su captura.

Más chalecos antibala...

El Confidencial Autonómico ha podido saber que en la Policía Local de esta capital de provincia de Castilla y León algunos sindicatos llevan tiempo reclamando que se les de más formación para protegerse ante la amenaza yihadista y saber reaccionar en caso de atentado.

Fuentes policiales explican que a raíz de las sucesivas elevaciones del nivel antiterrorista (ahora en nivel 4 de un máximo de 5) que se han aprobado en los últimos años tras diversos atentados yihadistas, los agentes locales de Segovia no han recibido la instrucción o el aviso que sí se ha dado en otras ciudades más grandes, como pueden ser Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla.

Desde el ayuntamiento aseguran a ECA que el caso del yihadista detenido en Segovia la semana pasada es algo “muy excepcional”, ya que la ciudad no es una gran urbe como las anteriormente citadas, por lo que a priori el nivel de amenaza es menor.

Agentes de la Policía Local explican que en los últimos años al menos sí se ha aumentado el número de chalecos antibala. Hace unos años apenas contaban con seis o siete de estas prendas de protección, pero a raíz del homicidio de una policía nacional en un atraco en Vigo y de la cadena de atentados yihadistas en Europa que comenzaron en enero de 2015 en París todos los cuerpos de seguridad compraron más chalecos.

En el caso de Segovia, ahora ya todos los coches patrulla cuentan con un chaleco antibalas, y los agentes también se los ponen cuando van destinos a servicios como, por ejemplo, controles estáticos.

… pero ningún protocolo

La queja es que son chalecos de uso colectivo, mientras que en otros cuerpos como la Policía Municipal de Madrid y la Guardia Urbana de Barcelona son de uso interno y personales, con las medidas de cada agente. Al ser de uso colectivo, los policías locales de Segovia critican que no es algo muy higiénico que pasen de unos a otros tras una jornada de trabajo.

Sindicatos policiales han pedido en contactos personales con los mandos y los responsables políticos del ayuntamiento que se establezcan medidas, como por ejemplo dar formación específica antiterrorista a los efectivos de la Policía Local.

 

Y es que las fuentes internas consultadas lamentan que hasta el momento no se les ha dictado ningún protocolo específico de autoprotección ante los yihadistas -que ya asesinaron a una policía local en París-, ni ninguna otra medida de formación.

Sí que pudieron asistir a un curso que organizaron los sindicatos Comisiones Obreras y Sindicato Unificado de Policía para miembros de las Fuerzas de Seguridad de Segovia. Además, las fuentes consultadas lamentan que entre los agentes de la Policía Local de Segovia muchos son conscientes de esta amenaza yihadista que se extiende por Europa, pero también los hay que ven ese peligro como algo lejano.

Distintas formas de afrontar la alerta

Por toda España la forma de afrontar la amenaza del terrorismo yihadista, de sus células y de sus “lobos solitarios”, ha sido más bien dispar. En Madrid en julio de 2015 se elevó el nivel de alerta de la Policía Municipal en su propia escala, de amarillo a naranja, de forma paralela al decretado por el Ministerio del Interior para Policía y Guardia Civil.

En Barcelona se adquirieron 2.600 chalecos individuales, mientras que en Zaragoza en un primer momento no se aprobó ninguna orden escrita, pero los mandos intermedios sí comenzaron a dar instrucciones verbales a los agentes para que extremaran las medidas de autoprotección y vigilancia.

Los policías locales de Sevilla pudieron asistir a charlas de un experto en antiterrorismo, y hasta en la provincia de Cáceres los miembros de las policías locales de distintos municipios comenzaron a recibir charlas con consejos por parte del Grupo de Información de la Guardia Civil.

Por contra, en Asturias y en Murcia distintos sindicatos de policías locales han realizado gestiones para recibir formación antiyihadista, y en el primer caso recibieron una negativa de la Delegación del Gobierno.

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