El Ayuntamiento de Barcelona pospone su plan de privatización del parque de atracciones del Tibidabo. Ha cerrado 2012 por debajo del umbral de la rentabilidad

El Gobierno municipal de CiU en Barcelona ha aparcado la privatización del parque de atracciones del Tibidabo pese a ser una promesa electoral.Lo ha aparcado tras seguir con pérdidas en 2012 y haberse quedado a 80.000 visitantes de los 600.000 que considera que lo haría rentable.

Para hacer balance de 2012, el presidente del parque, Joan Puigdollers, ha insistido en que la privatización "hoy no está sobre la mesa", cuando hace sólo un año defendió encargar la gestión a un privado una vez se equilibraran sus cuentas, mermadas por el accidente mortal de la atracción de 'El Péndulo' de 2010.

El Tibidabo ha cerrado el año con 519.106 visitantes, un 17% más que en 2011, consolidándose así su crecimiento, y con 15.700 familias que tienen el carné de ventajas Tibiclub, un 13,2% más, obteniendo el parque una valoración global de los usuarios del 7,9 -de 9 en el caso del trato personal-.

Como retos, Puigdollers se ha fijado lograr que acudan más familias de Catalunya, no sólo de Barcelona, y potenciar las visitas por Navidad, y no ve a Port Aventura o el futuro BCN World de Tarragona como competidores dada la voluntad de dar al Tibidabo un carácter familiar.

En cuanto a la privatización, en el fondo figura una operación para sanear las finanzas del Tibidabo que CiU no ha podido sacar adelante por falta de apoyo en la oposición: el último dato disponible fue que en 2011 perdió 1,5 millones de euros, y que en 2012 habrá "un pequeño déficit" que Puigdollers no ha concretado.

 

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