Bruselas trasladará a los europarlamentarios la situación de acoso que denuncian empresarios españoles en Marruecos. Es el primer avance tras tres años sin ninguna respuesta de España

Después de prácticamente tres años llamando a todas las puertas, el caso de los empresarios españoles –sobre todo andaluces y catalanes– que perdieron 30 millones de euros en Marruecos por acoso y extorsiones ha tenido eco en la Unión Europea. Este verano tuvo lugar una esperada reunión a partir de la que el caso será comunicado a diversos departamentos, como antesala de posibles acciones diplomáticas.

Ni el Ministerio de Asuntos Exteriores, ni los Gobiernos español y marroquí, ni las embajadas en ambos países, ni la Casa del Rey. La Asociación de Afectados por la Extorsión en Marruecos lleva tres años reuniendo documentación y solicitando encuentros con todo tipo de estamentos e instituciones sin haber conseguido audiencias con prácticamente ninguno de ellos.

Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, el pasado 19 de julio por fin se celebró un encuentro en el que pudieron exponer ante varios altos representantes europeos lo que han descrito como prácticas ‘mafiosas’ de Addoha Inmolog, el grupo inmobiliario más grande del país africano, que está participado por el Gobierno marroquí.

Orden del día

Poco antes de la reunión en Bruselas, el grupo de denunciantes ya había entregado documentación al comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, Stefan Füle.

Los empresarios comentan que Dirk Buda, responsable de la División del Magreb en el Servicio Europeo de Acción Exterior –órgano similar a un ‘ministerio de Exteriores’ de la UE–, se mostró “muy interesado” en la problemática.

Después de varias horas de conversaciones se determinó que la información sería enviada a los departamentos europeos competentes de los sucesos y no se descartan acciones diplomáticas.

Si los extorsionados demuestran que Addoha Immolog –que expulsó a las empresas españolas de sus obras alegando que habían incumplido el contrato–, pertenece en parte al Gobierno de Marruecos, la Unión Europea podría intervenir en el conflicto y tomar medidas.

La nota amarga en el encuentro, según los empresarios, la puso la actitud de Sofía Muñoz Albarrán, jefa adjunta de Relaciones Comerciales entre Euromed y Oriente Medio. Tal y como explican a ECA, después de ‘sabotear’ un primer encuentro, Albarrán decidió no personarse en el del pasado mes de julio: envió a una subordinada que abandonó la reunión antes de que terminase.

Una problemática cronificada

 

Los empresarios afectados, en su mayoría andaluces y catalanes, construyeron más de 1.000 viviendas. Desde 2010 decenas de pymes españolas han sufrido agresiones físicas y el ‘secuestro’ de su material de obra.

Cuando comenzaron los problemas, las obras estaban ejecutadas en un 80% y vieron obligados a abandonarlas por la fuerza, sin que existiese ningún procedimiento ni orden judicial. Algunas de esas empresas –Torreblanca Maroc, Rodrima Construction, Formarroc– acumulan pérdidas por más de 30 millones de euros.

“Son expropiaciones encubiertas que afectan y mucho a los intereses empresariales españoles en Marruecos”, asegura el presidente del mencionado colectivo, Francisco de Arratia.

No es la primera vez que los dueños de pymes con intereses en Marruecos intentan llamar la atención de varios eurodiputados y embajadores. Antes de que el rey Juan Carlos viajase a Marruecos intentaron solicitar audiencia para explicar sus dificultades, pero la Casa del Rey les aseguró en un primer término que no se podía programar un encuentro; semanas después, tampoco ha habido más respuesta a su petición.

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