A la imputación de Camps se suma que el PP no tiene un relevo claro. Cuatro nombres se manejan: Rita Barberá Vicente Rambla, González Pons y Gerardo Camps

La imputación de Francisco Camps ha puesto en graves dificultades al PP en una comunidad tan importante electoralmente para los populares como la valenciana. Y con una circunstancia agravante: que el partido no cuenta con un sucesor claro. Se citan cuatro nombres posibles, pero sin que ninguno sea del todo válido, por una u otra circunstancia.

El lunes, el día en que se anunció que el juez instructor apreciaba indicios de cohecho en la actuación del presidente valenciano, en la Generalitat se apreciaba una gran preocupación. Según informaciones recogidas por El Confidencial Autonómico, esa tarde se reunió, en la sede de la presidencia, un “gabinete de crisis” cuya composición no se conoció con exactitud, integrado por la gente de Presidencia más Juan Cotino, aunque éste a distancia porque se encontraba fuera.

La impresión en fuentes políticas valencianas es que, si Francisco Camps finalmente se sienta en el banquillo, optará por dimitir, por motivos institucionales. Se recuerda que para él siempre ha sido importante su condición de “presidente de todos los valencianos” y más de una vez se le ha escuchado decir que no quiere “poner en peligro las instituciones”.

Camps ya no es una persona frágil

El actual presidente valenciano se había acreditado como una persona de moral frágil, que se desanimaba fácilmente y que tenía bajones anímicos cuando llegaban las dificultades. En esos momentos, sus principales apoyos han sido dos personalidades cercanas: una, la alcaldesa de la capital, el otro el vicepresidente tercero y consejero de Bienestar, Juan Cotino.

Según las fuentes consultadas, esa situación ha cambiado bastante. Francisco Camps se ha ido fortaleciendo debido a la suma de contratiempos que ha tenido que afrontar esta última temporada, y por eso, como se ha comprobado, ya no se hunde tan fácilmente.

La opción de una dimisión tendría que ver, más que con la posibilidad de una condena (que no está del todo claro que vaya a producirse), con el espectáculo de ver al presidente autonómico en el banquillo. Y también con el desgaste que puede suponer el que se demuestre que mintió en sus declaraciones sobre el pago de los trajes, además de la imagen negativa que han producido algunas de las conversaciones que quedaron grabadas y que han sido publicadas, que incluían expresiones que erosionan su imagen.

Cuatro nombres para un relevo difícil

La dimisión de Camps plantearía al PP nacional y regional un problema grave, puesto que, junto con Madrid, la Comunidad Valenciana es uno de los principales “graneros” de votos del partido. Y porque a nivel regional no se ve un líder claro que pueda coger el relevo.

 

Las fuentes políticas valencianas consultadas por El Confidencial Autonómico apuntan que para la sucesión hay sobre todo cuatro nombres, aunque ninguno de ellos resulta plenamente adecuado en estos momentos. Son los siguientes:

-Rita Barberá. El problema es que la alcaldesa no quiere asumir responsabilidades más allá de la propia ciudad de Valencia. No obstante, si se lo pide el partido podría aceptar, pero como una solución interina y temporal: algo semejante a lo que se hizo con Olivas en el tránsito de Eduardo Zaplana a Francisco Camps. Está cómoda en la Alcaldía, no siente mayores aspiraciones políticas, tiene la vida muy organizada en Valencia… A su favor jugaría que está bien vista en el partido en las tres provincias, incluido el difícil feudo “zaplanista” de Alicante. Si antes era sólo la alcaldesa de Valencia, ahora se le ve como “alcaldesa de España”.

-Vicente Rambla. Vicepresidente primero del Consell. Se encuentra, en el escalafón autonómico, en el siguiente puesto por detrás de Camps. No está mal visto en el partido, incluido también en Alicante, pero le falta liderazgo.

-Esteban González Pons. Es una figura muy conocida, con proyección nacional destacada, y por tanto con apoyos claros en Génova. Tiene un problema de importancia: no es diputado regional, y para serlo tendría que esperar a las siguientes elecciones autonómicas.

-Gerardo Camps. Es el vicepresidente segundo del Consell y responsable de asuntos económicos. El problema es su salud precaria (que le lleva a desaparecer de vez en cuando). Y también que ha hecho su carrera sobre todo en Madrid y Valencia, por lo que encuentra poco tirón en Alicante.

Se recuerda que Francisco Camps tiene competencia para disolver las cortes regionales y convocar elecciones anticipadas. Correspondería celebrarlas en el año 2011, pero la reforma del Estatuto le ha dado esa competencia. Sin embargo, en ámbitos del PP no se contempla demasiado tal posibilidad, porque los riesgos para el partido pueden ser mucho mayores.

Un inoportuno acto en Alacuás

A toda esta situación se sumaba ayer, con carácter coyuntural pero inquietante, el acto que el PP había convocado, para las 7 de la tarde, en Alacuás, precisamente la localidad natal del líder socialista valenciano, Jorge Alarte. Un evento que tenía aires de “provocación”, y que, como consecuencia de la decisión judicial del lunes, se convirtió en una auténtica trampa.

Estaba prevista la asistencia del presidente regional, Francisco Camps, pero a última hora de la tarde se barajaba la opción de que, dadas las nuevas circunstancias, finalmente no acudiera. Hasta se pensó en suspenderlo, a pesar de tener garantizada la asistencia de más de 2.000 personas, frente a las 300 que, según sus cálculos, podría movilizar en contra el PSPV.

Por si fuera poco, una web promovida por socialistas animaba a su gente de Alacuás a acudir a ese acto ataviados todos con traje, para así ridiculizar a Francisco Camps

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