Objetivo: hacer rentable el Nuevo Mestalla. El presidente del Valencia promete un estadio más austero y 'a medida' para los inversores: El que ponga el dinero, decidirá cómo se termina

En febrero de 2009 fue la última vez que hubo movimiento de albañiles y grúas en los alrededores del Nuevo Mestalla, el campo de fútbol del Valencia C.F., que empezó a construirse el 1 de agosto de 2007. Cuatro años después sigue sin haber un plazo para el equipo lo estrene, pero la nueva cúpula está trabajando en fórmulas de negocio para atraer inversores. El club asegura que acatará las preferencias de quien inyecte fondos.

La nueva junta directiva del Valencia está estudiando un replanteamiento general de la obra del Nuevo Mestalla que atraiga a futuros inversores. Se aplicará un ‘tijeretazo’ en cuanto se reanuden las obras y se están estudiando fórmulas de negocio pensando en cuando se inaugure.

Así lo han confirmado a El Confidencial Autonómico fuentes cercanas al actual presidente del Valencia, Amadeo Salvo. Indican que se está trabajando en un estadio que se ajuste más a la realidad y con viabilidad económica.

El Valencia ha invertido hasta el momento en las obras del campo cerca de 150 millones de euros, pero personas conocedoras del proyecto afirman que necesitaría al menos otros 150 millones más para poder finalizar la construcción, tal y como contó este digital.

‘Tijeras’ a un diseño megalómano

Con el nuevo planteamiento, se ha determinado que el estadio no tendrá capacidad para 75.100 espectadores, como se dijo en un principio, sino para unos 55.000. Actualmente en el viejo Mestalla, que tiene un aforo de 52.600 espectadores, es habitual observar muchas localidades vacías.

Así mismo, según ha sabido ECA, ya está decidido que el aparcamiento, planificado con 3.100 plazas cubiertas y con sólo una entrada y una salida, tendrá una capacidad inferior. También se ha descartado instalar la cubierta de vidrio azul, que algunas fuentes han descrito como “cara, peligrosa y poco operativa”.

A corto plazo, la directiva espera que se pueda asegurar un mínimo retorno económico tanto al Valencia como a posibles inversores; cuanto más “rápido y cuantioso”, mejor, comentan desde el club.

Según ha sabido este digital, dentro de las posibilidades más rentables están los restaurantes. Pese a todo, insisten en que cualquier vía de negocio está abierta y los responsables del proyecto comentan que las obras se desarrollarán teniendo en cuenta las peticiones “de quien ponga los euros”.

Cronología de un estadio inconcluso

 

La maqueta del nuevo estadio fue presentada en sociedad el 10 de noviembre de 2006 en el Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia. Tanto el entonces presidente regional, Francisco Camps, como la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, apoyaron el proyecto.

Las obras empezaron el 1 de agosto de 2007 en la Avenida de las Cortes Valencianas y su finalización estaba prevista para 2010. El presupuesto total inicial de las obras era de 344 millones de euros: 220 millones sufragarían el estadio en sí y el resto, la puesta en marcha de una zona comercial y empresarial de 25.000 metros cuadrados dedicados al ocio, restaurantes y espacios comerciales.

Este proyecto fue diseñado en la época del presidente Juan Soler, tenía entre sus objetivos vender a buen precio el viejo Mestalla, inaugurado en 1923. El predecesor de Amadeo Salvo, Manuel Llorente, ‘aterrizó’ en la presidencia del Valencia en 2009 y ya advirtió de la gran cantidad de dinero que se necesitaría para sacar adelante el estadio.

Las obras del futuro estadio del Valencia, diseñado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, comenzaron en 2007 con la previsión de finalizarlas en agosto de 2009; después se demolería el actual Mestalla. El objetivo era que el nuevo campo estuviera a punto, y ‘con rodaje’, para acoger la final de la Champions de 2011.

Las instalaciones del futuro estadio

El Nuevo Mestalla –a falta de otra denominación oficial– pretendía ser el uno de los mejores estadios de España. Entre sus instalaciones destacan una sala de estar para jugadores y familiares, con una zona infantil, en la que descansar tras cada partido.

Iba a contar con cuatro vestuarios completos del máximo nivel, pensados para albergar a varios clubes en caso de torneos cuadrangulares, aunque en temporada liguera dos de ellos no tendrían uso alguno.

El palco de honor estaba diseñado con 400 metros cuadrados, junto otros 64 palcos privados. El Nuevo Mestalla también contaría con un auditorio para asambleas y reuniones.

http://www.elconfidencialautonomico.com/comunidad_valenciana/081681/las-obras-del-nuevo-mestalla-cumplen-cuatro-anos-paralizadas-el-ayuntamiento-intenta-atraer-nuevos-inversores-y-pone-al-valencia-un-ultimatum-debe-pagar-17-millones-en-marzo

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