Charla sobre el Corredor del Suroeste que conectará Extremadura con Portugal
Las obras de este proyecto que irá de Badajoz al puerto marítimo de Sines, 165 kilómetros al sur de Lisboa, estarán listas a finales de 2020 o principios de 2021
El Corredor Mediterráneo, el Corredor Central, incluso el Corredor Atlántico: en los últimos tiempos se vuelve a hablar de grandes proyectos de infraestructuras en España. Esos tres grandes corredores pertenecen a la Red Transeuropea de Transporte y tendrían que estar listos en los próximos años y décadas, pero hay otros corredores: por ejemplo, uno entre Extremadura y la costa de Portugal.
La Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País celebra este lunes 8 de mayo en Badajoz una charla-coloquio que lleva por título “El Corredor del Suroeste Ibérico. Eje de desarrollo peninsular”.
El ponente será Antonio García Salas, vicepresidente de la sociedad, economista y promotor de “Extremadura en red”, una iniciativa para integrar a esta región en la sociedad global a través de las redes de comunicaciones del siglo XXI.
En el acto se analizará la importancia que tiene la puesta en marcha del Corredor del Suroeste Ibérico. Recientemente el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se reunió con el presidente del puerto portugués de Sines, y destacó que a finales de 2020 o inicios de 2021 se espera que hayan concluido las obras desde Badajoz hasta la frontera portuguesa de este corredor.
Se trata de un corredor ferroviario que conectará la Plataforma Logística de Badajoz con el puerto de Sines, a unos 160 kilómetros al sur de Lisboa. Con esta línea se agilizaría el transporte de mercancías entre Extremadura y la región portuguesa del Alentejo, y además se potenciaría el comercio marítimo a partir de este puerto.
Desde la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País y el empresariado extremeño defienden que este corredor “permitirá superar impedimentos históricos que han dejado aisladas a las dos regiones transfronterizas [Extremadura y Alentejo], y las han condenado al despoblamiento y la pobreza”. Además, señalan que “podrá poner en valor los recursos y convertirlas en zonas de futuro a semejanza de otros procesos ocurridos en otras partes del mundo”.
