El “discreto” papel en su día de la ex ministra Trujillo aleja a los diputados extremeños de la idea de volver a ocupar una cartera

La entrada de la extremeña María Antonia Trujillo en el Gobierno en 2004 se interpretó como la concesión de una cuota extremeña en el Ejecutivo. Así se agradecía la labor del PSOE regional, del mismo modo que se premiaba a otras federaciones autonómicas, como la andaluza. Sin embargo, el "discreto" papel de Trujillo ha convencido a los diputados extremeños de que no habrá un ministro de la región hasta dentro de mucho tiempo. Esta cuota extremeña, afirman a El Confidencial Autonómico socialistas de la región en Madrid, no ha de volver a implantarse, y menos aún tras el "discreto recuerdo dejado por María Antonia Trujillo", aseguran. Los socialistas extremeños en Madrid recuerdan que "son sólo un dos por ciento de la población española" y por tanto "tienen poco poder". Y tampoco se ve, ni en Moncloa ni en Ferraz, la necesidad de agradecer nada a una federación socialista nutrida en buena parte de 'voto cautivo'.

 

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