La plantilla de Navantia en Ferrol sospecha que el CNI escucha sus conversaciones

El Confidencial Autonómico ha podido conocer algunos detalles sobre esta negativa del CNI a conceder a varios trabajadores -las fuentes internas no precisan si son cuatro o cinco- el permiso necesario para acceder a información sensible relacionada con el ámbito militar.

Según explican otros empleados de los astilleros de Navantia en Ferrol, los trabajadores afectados llevan muchos años trabajando en esta empresa pública en la construcción de buques y otro material militar para las Fuerzas Armadas españolas y ejércitos extranjeros.

Al caducarse su Habilitación Personal de Seguridad e ir a renovarla fue cuando recibieron el veto del servicio de inteligencia, que no se acompaña de ningún argumento concreto: simplemente alude a “falta de honradez, deslealtad, falta de fiabilidad, no ser de confianza” por parte de los afectados.

La decisión del CNI ha llegado durante el proceso administrativo que se pone en marcha para expedir estas habilitaciones a los trabajadores de Navantia. Fuentes sindicales aseguran que la contestación con este veto tardó diez meses, y que ahora se abre el plazo en el que los trabajadores pueden recurrir.

Lo que los sindicatos van a exigir a la dirección de Navantia, según ha sabido ECA, es que acredite en este proceso administrativo que los operarios vetados sí son de fiar y que, de hecho, nunca en sus largos años de trabajo en la empresa se les ha abierto expediente.

Miedo a que el CNI escuche sus conversaciones

Las fuentes internas consultadas explican que la decisión del CNI no sólo ha afectado a esos cuatro o cinco trabajadores vetados para participar en la parte más sensible y reservada de la construcción de buques para la Armada española.

“Hay muchos empleados que trabajan con planos, con las bases de datos, haciendo pruebas de tiro... Esto del CNI está poniendo nerviosa a mucha gente”, explican miembros de la plantilla de Navantia en Ferrol. El malestar entre los trabajadores es importante, sobre todo porque un organismo externo, como el CNI, pueda llegar a condicionar el trabajo de los empleados.

Además, los compañeros de los operarios de los astilleros vetados por el servicio de inteligencia destacan que estos cuatro o cinco trabajadores no entienden por qué se les ha prohibido trabajar en proyectos de Defensa. De hecho, como aseguran que no se debe a realizar a haber realizado mal su trabajo, temen que se deba a otras razones.

Por eso, entre la plantilla de Navantia se está extendiendo cierto temor a que el Centro Nacional de Inteligencia les esté vigilando. Incluso algunos sospechan que les pueden estar escuchando sus conversaciones o investigando su vida privada, ya que las causas que han llevado a vetar a sus compañeros no pueden ser, aseguran, de ámbito profesional.

En los astilleros de Ferrol, los trabajadores señalan que algunos de los operarios vetados por el CNI sí pertenecen a sindicatos y han participado activamente en ruedas de prensa y actos sindicales de protesta. Eso sí, las fuentes consultadas precisan que ninguno pertenece a la Central Unitaria de Traballadores (CUT), el sindicato nacionalista gallego del que la Policía sospecha que buena parte de sus militantes engrosan las filas de la banda terrorista Resistencia Galega.