Reunión con policías municipales

Objetivo del ayuntamiento de Madrid: acabar con los grupos radicales violentos

El gobierno de Carmena tratará de frenar la adhesión de jóvenes a organizaciones de extrema izquierda y de ultraderecha

Una de las áreas del ayuntamiento de Madrid sobre las que planean más incógnitas tras la investidura de Manuela Carmena es la de seguridad. Para tratar de despejar las primeras dudas, el concejal encargado se reunió con los sindicatos de la Policía Municipal.

El Confidencial Autonómico ha podido contactar con fuentes presentes en la reunión con la que Javier Barbero, nuevo concejal de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, se presentó ante los representantes de las distintas organizaciones sindicales y asociaciones del cuerpo local de policía.

En la reunión, el concejal estuvo acompañado por el coordinador de Seguridad y Emergencias -por ahora, el mismo que terminó la legislatura con Botella- y tomó nota de todo lo que fueron comentando y proponiendo los sindicatos.

En primer lugar, Barbero dirigió dos preguntas o peticiones de información a los sindicatos. La primera se centraba en qué dos cuestiones consideran prioritarias actualmente en la Policía Municipal de Madrid; la segunda pregunta era sobre qué dos propuestas se podrían implantar ya sin ningún coste económico.

Por ejemplo, desde el sindicato CSIT-Unión Profesional propusieron, sobre las cuestiones más prioritarias, que se lleve a cabo una profunda reestructuación del cuerpo, ya que las Unidades Integrales de Distrito -las células básicas de la Policía Municipal- actualmente tienen carencias de efectivos que están destinados en unidades especializadas de cuya efectividad dudan en muchos casos los agentes.

La otra petición urgente es que se reúna la mesa de la policía para tratar otras muchas cuestiones del día a día. En cuanto a medidas sin coste económico, desde CSIT plantearon una larga lista de propuestas: usar los “antidisturbios” de las Unidades Centrales de Seguridad y otras unidades para dar apoyo en los distritos; incentivar el buen estado físcio de los agentes con la apertura de más instalaciones deportivas; el replanteamiento de los cursos de formación que reciben los agentes, ya que consideran que ahora se imparten cursos poco útiles y no se imparten otros que pueden ser de mayor ayuda...

Erradicar los grupos violentos

Las fuentes consultadas por ECA aseguran que el nuevo concejal del Área de Seguridad también explicó a los sindicatos en esta reunión las líneas maestras de su política para esta legislatura. Su idea principal es hacer de la Policía Municipal de Madrid una policía “de proximidad, cercana al ciudadano”.

Para ello, por ejemplo, se pretende potenciar la colaboración de los policías municipales con los servicios sociales del ayuntamiento, o que intenten mediar en conflictos vecinales para evitar que se judicialicen esos asuntos.

El gobierno municipal de Manuela Carmena basará su actuación, según dijo en la reunión, en cuatro ejes: las necesidades de la población de Madrid; la identidad de la Policía Municipal, es decir, la imagen que tienen los vecinos de ella; la opinión de los agentes miembros del cuerpo; y el programa de Ahora Madrid. Los puntos que tengan más coincidencias serán prioritarios.

Una de las ideas expresadas por el concejal de Seguridad, Javier Barbero, que mayor novedad supuso para los sindicatos fue un objetivo que se ha marcado: “Erradicar los grupos radicales violentos de Madrid”. Es decir, se trata de poner freno y reducir los actos violentos que grupúsculos extremistas, por ejemplo de extrema izquierda y de ultraderecha, llevan a cabo en la capital.

 

Aunque por ahora lo explicado por Barbero es un planteamiento genérico, los nuevos responsables políticos de la Policía Municipal consideran preocupante que la crisis económica haya provocado un aumento de la conflictividad y, sobre todo, de los jóvenes que se unen a grupos violentos, sobre todo de carácter político extremista.

Las fuentes internas del cuerpo consultadas explican que aunque este es un asunto que tratan también Policía Nacional y Guardia Civil, más en su vertiente de investigación sobre bandas criminales organizadas, desde la Policía Municipal también tienen conocimiento de estos grupos radicales: por ejemplo, por su experiencia en despliegues en partidos de fútbol con los ultras, por peleas callejeras que se dan entre miembros de distintos grupos radicales o por avisos de vecinos que denuncian que estas bandas se reúnen en puntos concretos de los barrios.

Además, la figura de los policías tutores que acuden a los institutos también sirve para tratar de controlar y prevenir la integración de jóvenes menores de edad en este tipo de organizaciones radicales violentas. Este objetivo ya concreto de tratar de luchar contra los grupos violentos sorprendió a los propios agentes que acudieron a la reunión.

Potenciar la imagen de la Policía Municipal

Desde el sindicato CSIT aseguran que, en general, salieron de la reunión relativamente satisfechos y con la sensación de que en el nuevo equipo de Seguridad hay intención de atender las demandas de los agentes y llevar a cabo cambios en la Policía Municipal de Madrid.

Uno de los aspectos positivos que destacan los sindicatos es que el concejal de Seguridad pretende dar a conocer a los ciudadanos el trabajo de los policías municipales y, sobre todo, las acciones más destacadas que merecen reconocimiento y que apenas trascienden a la opinión pública.

“Es que nosotros no sólo ponemos multas: por ejemplo, hay muchos policías que acaban heridos en intervenciones para defender a mujeres que sufren maltratos de sus parejas”, apuntan fuentes policiales, que esperan que a través del nuevo gabinete de prensa se potencie más de lo que se hacía ya la difusión de este tipo de informaciones.

El futuro de la unidad antidisturbios

Según ha sabido El Confidencial Autonómico, en la primera reunión de los sindicatos de la Policía Municipal con Javier Barbero no se omitió uno de los asuntos que más polémica había causado dentro del cuerpo tras la formación del gobierno de Ahora Madrid: qué hacer con los antidisturbios de las Unidades Centrales de Seguridad (UCS).

Aunque no descartó que se acaben suprimiendo, Barbero explicó que su equipo estaba estudiando el futuro de esta unidad. Si se termina manteniendo, desde luego tiene decidido “darle una vuelta” a las funciones que desempeñan estos agentes: su idea es que dejen de participar en ejecuciones de desahucios o en control de manifestaciones.

Los sindicatos apoyan la necesidad de que existan estas unidades, pero defienden que se reorienten para reforzar el servicio en los distritos. Es decir, que puedan intervenir en registros de locales, o en grandes aglomeraciones: “Si van agentes de las unidades de distrito, y te empiezan a tirar botellas, o piedras, como pasa en algunas fiestas, no tienes para defenderte más que cajas de bebidas o tapas de cubos. Pero los de las UCS tienen cascos y equipo para defenderse y no sufrir daños, e imponen más”.

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