Las lluvias y los trasvases obran ‘el milagro’: La Cuenca del Segura abandona el estado de sequía cuatro años después

La Cuenca del Segura alcanza una situación de normalidad después del episodio de sequía hidrológica, que no climatológica, más larga e intensa de este río, que se ha prolongado durante cuatro años hidrológicos. En concreto, el pasado mes de febrero hubo unas aportaciones de 150 hectómetros cúbicos de agua, más que en el pasado año hidrológico 2007-2008. Además, las buenas noticias llegan también de la Cuenca del Tajo, cuya cabecera ha abandonado la situación de sequía, "lo que facilitará los próximos envíos a través del acueducto Tajo-Segura", afirman voces autorizadas de la Confederación Hidrográfica del Segura. El año hidrológico comenzó con un otoño seco, aunque posteriormente, los meses de diciembre, enero y febrero, apuntó, se han visto marcados por una situación de abundantes lluvias generalizadas, de manera que, a día de este jueves, "las existencias propias de la Cuenca ascienden a 483 hectómetros cúbicos (hm3), situándose la aportación interanual en 537 hectómetros, en lo que puede considerarse como una importante mejoría". El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura ha recordado a varios medios que los sistemas de explotación de la cuenca están separados de los del trasvase Tajo-Segura. Las lluvias y el deshielo han producido además avenidas de hasta 283 hm3 por segundo que han podido ser laminadas y no han producido daños de relevancia. El aumento de las reservas ha permitido también aumentar el caudal del río Segura, así como la circulación de caudales por las acequias.

 

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