El trasfondo de las reuniones de Rajoy con Íñigo Urkullu: evitar que el problema independentista de Cataluña se extienda al País Vasco

El presidente del Gobierno mantiene una interlocución fluida con el lehendakari, muy distinta de la que mantiene con Artur Mas

Mariano Rajoy recibe a Íñigo Urkullu en el Palacio de la Moncloa.
Mariano Rajoy recibe a Íñigo Urkullu en el Palacio de la Moncloa.

Desde que llegó al Palacio de la Moncloa, Mariano Rajoy ha recibido varias veces al lehendakari vasco Íñigo Urkullu. También han mantenido encuentros discretos que se han conocido tiempo después, y tienen una relación fluida por teléfono y a través de interlocutores de confianza. El objetivo del presidente del Gobierno es evitar que el PNV abra en el País Vasco un proceso independentista como el que CiU y ERC promueven en Cataluña.

Urkullu accedió a la presidencia del gobierno autonómico vasco a finales de 2012, tras las elecciones que ganó el Partido Nacionalista Vasco en octubre de ese año. Pocas semanas después, en enero de 2013, Mariano Rajoy recibió por primera vez en Moncloa al sucesor de Patxi López.

Desde entonces, ambos dirigentes han mantenido frecuentes conversaciones telefónicas. También han contactado a través de personas de su máxima confianza: en el caso del Gobierno central, Rajoy ha delegado en la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la interlocución con el ejecutivo autonómico vasco sobre los temas más prácticos, como la construcción de la alta velocidad, la llamada “Y vasca”.

Pero, además, Rajoy ha recibido a Íñigo Urkullu en el Palacio de la Moncloa en reuniones no oficiales que se han conocido días o semanas después. Han sido al menos tres (conocidas), en las que el lehendakari ha puesto encima de la mesa asuntos tan espinosos como un plan para flexibilizar la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA.

Otro foco de tensión independentista sería difícil de manejar

Todas estas reuniones y contactos frecuentes no son simples conversaciones, habituales entre los responsables de los distintos niveles de la administración. Fuentes del Partido Popular bien situadas, con contacto tanto con el País Vasco como con la dirección nacional, aseguran a El Confidencial Autonómico que esta relación estrecha obedece a una estrategia del presidente del Gobierno.

“Rajoy pretende que el problema de Euskadi no salte mientras en Cataluña sigue la tensión independentista”, explica un dirigente popular. Es decir, su objetivo es evitar a toda costa que mientras continúa vivo el “incendio” por la deriva secesionista en Cataluña no comience otro foco en el País Vasco, que ya podría poner al Estado en una situación límite.

Además, según varios responsables del PP vasco consultados por ECA, al Partido Nacionalista Vasco le está entrando cierto “miedo” porque es la antigua Batasuna (en sus distintas siglas de Sortu, Bildu, Amaiur, EH Bildu...) la que está recogiendo los votos tras el cese del terrorismo de ETA.

Por eso, la intención del presidente popular es mantener al PNV y al Gobierno vasco dentro de la legalidad y evitar que tomen el camino de Artur Mas para convocar un referéndum de autodeterminación.

Atemperar los primeros movimientos del PNV hacia la independencia

En este sentido, por ejemplo, se enmarca la negociación del Cupo Vasco, que toca revisar ahora, un momento delicado cuando desde el PNV se han empezado a dar algunos pasos en dirección a un proceso independentista, como el plan “Euskadi, nación europea 2015” que ya adelantó El Confidencial Digital.

Eso explica el difícil equilibrio que Mariano Rajoy, en estas frecuentes reuniones con el lehendakari vasco, pretende mantener para evitar que el PNV y Urkullu sigan la senda de Convergència i Unió y Artur Mas en Cataluña.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato