Se han reunido en La Moncloa cinco veces en tres años

Urkullu se cansa de Rajoy porque no consigue transferencias para el País Vasco

La relación personal del lehendakari con el presidente del Gobierno es muy buena, pero no aumentan las inversiones ni la cesión de competencias

Mariano Rajoy recibe a Íñigo Urkullu en el Palacio de La Moncloa.
Mariano Rajoy recibe a Íñigo Urkullu en el Palacio de La Moncloa.

A diferencia del enfrentamiento institucional y de las relaciones rotas con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Mariano Rajoy ha mantenido una especial deferencia personal con el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu. Sin embargo, el presidente autonómico del PNV tiene ya una actitud escéptica ante la falta de resultados concretos de las conversaciones.

Aunque ha mantenido su discurso nacionalista, Urkullu ha intentado desde que fue investido lehendakari en 2012 marcar distancias con el camino emprendido por Artur Mas para convocar un referéndum al margen de la legalidad sobre la independencia.

Por su parte, tal y como contó El Confidencial Autonómico, Mariano Rajoy ha intentado mantener una interlocución fluida con Urkullu precisamente con el objetivo de que el peneuvista no acabara siguiendo el camino del líder de CiU y al desafío de la Generalitat de Cataluña se uniera otro problema en el País Vasco.

Fruto de esta buena relación, ambos presidentes han mantenido varias reuniones en el Palacio de la Moncloa: algunas “oficiales”, anunciadas a los medios, y otras “oficiosas” y discretas que se han conocido posteriormente. También se sabe que Urkullu y Rajoy conversan frecuentemente por teléfono.

Cinco reuniones en La Moncloa

Sin embargo, esta buena relación personal no se está plasmando en grandes acuerdos entre el Estado y la comunidad autónoma, lo que está provocando un enfriamiento en la interlocución. Así lo aseguran fuentes del Partido Popular cercanas al presidente del Gobierno y lo corroboran dirigentes del Partido Nacionalista Vasco consultadas por ECA.

Quien ha cambiado su postura es, sobre todo, Íñigo Urkullu. “Ha mandado varias cartas a Rajoy, se ha reunido con él cinco veces en La Moncloa... pero ya ha llegado un momento en que el lehendakari está totalmente escéptico, se ha cansado”, aseguran fuentes del PNV, que remarcan que la relación personal, humana entre ambos líderes es muy buena, “exquisita” incluso.

El motivo de este “escepticismo” de Urkullu es que no ve que esté habiendo acuerdos entre el Estado y el Gobierno Vasco en temas de transferencias y cesiones de competencias a Euskadi ni en una mayor inversión en esta comunidad. “No están cuajando grandes acuerdos en temas clave”, lamentan los nacionalistas vascos.

Avance de la “Y”, desacuerdo en terrorismo

Uno de los pocos puntos en los que se han desbloqueado las negociaciones con beneficios para el País Vasco es en la “Y” vasca, el ferrocarril de alta velocidad que conectará Madrid con las tres capitales de la comunidad. El Ministerio de Fomento ha fijado una fecha, 2019, en la que asegura que estará terminada esta infraestructura: hasta entonces, el Gobierno Vasco se muestra decidido a ir siguiendo de cerca la evolución de las obras para que no haya retrasos.

Y es que en este caso concreto desde el PNV aseguran que la relación con la ministra Ana Pastor es continua, fluida y muy buena, lo que también ha facilitado las cosas en el tema de la “Y vasca”. Esta buena interlocución se da también con otros ministros, aseguran fuentes peneuvistas.

Sin embargo, hay ámbitos en los que las decisiones y políticas del Gobierno están chocando con la posición del Partido Nacionalista Vasco. Las fuentes consultadas por El Confidencial Autonómico citan dos ejemplos: el Estatuto de las Víctimas del Terrorismo, donde los nacionalistas lamentan que no se les escuchó en absoluto; y en la reforma del Código Penal para afrontar las nuevas formas del yihadismo, que desde el PNV tildan de “improvisación”. También hay choques por que Rajoy no ha atendido a las peticiones de Urkullu de que flexibilice la política penitenciaria de los presos de ETA y haga otros gestos para garantizar la “paz” en Euskadi.

 

Pero, además de los casos concretos, los nacionalistas vascos aseguran que en esta legislatura el Gobierno del Partido Popular “ha aprovechado la crisis económica para recentralizar” y quitar competencias a las comunidades autónomas, incluido el País Vasco. Por eso, y porque consideran que “ni para el PP, pero tampoco para el PSOE, Euskadi es una prioridad”, las relaciones se han enfriado.

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