Portaban banderas comunistas e independentistas gallegas

Los disidentes de ETA organizaron su primera marcha para apoyar a los presos

Familiares convocados por Amnistia eta Askatasuna rodearon las prisiones de Algeciras y Puerto (Cádiz)

Manifestación de Amnistia eta Askatasuna junto a las cárcel de Puerto y Algeciras.
Manifestación de Amnistia eta Askatasuna junto a las cárcel de Puerto y Algeciras.

La aparición de una escisión aún más radical en el seno de la banda terrorista ETA y de sus organizaciones sociales satélites, Iraultza Bilguneak (Ibil), vino acompañada de la creación de un colectivo de presos y familiares de los terroristas que cumplen condena en prisión paralelo al “oficial”.

Amnistia eta Askatasuna surgió como una asociación alternativa a Herrira y Sarea, las últimas organizaciones de apoyo a los presos que han puesto en marcha desde el entorno proetarra.

Como ya se ha contado en estas páginas, esta nueva organización cuenta con el apoyo de algunos de los etarras opuestos al “cese definitivo de la actividad armada” que anunció la cúpula de la banda en octubre de 2011. Además, frente a la defensa genérica de los “derechos humanos de los presos”, Amnistia eta Askatasuna (“Amnistía y Libertad”) reivindica la salida inmediata de todos los etarras encarcelados y que sean reconocidos como “presos políticos”.

Hasta el momento, la actividad de este colectivo había ido orientada a captar adeptos entre los familiares de presos de ETA que están descontentos con la estrategia de la banda y con los pocos resultados que, a su juicio, está consiguiendo en lo que se refiere a salidas de prisión y mejoras en las condiciones de estos terroristas que cumplen condena.

Para ello estaban difundiendo sus mensajes por Internet y también con carteles en ciudades y pueblos del País Vasco y Navarra.

¡No hay paz sin amnistía!”

El Confidencial Autonómico ha podido saber que este colectivo ha dado un paso más en su intención de ganar protagonismo dentro del mundo de los familiares de etarras presos. Hace diez días unas 45 personas convocadas por Amnistia eta Askatasuna viajaron desde el País Vasco hasta la provincia de Cádiz para protestar ante las cárceles donde se encuentran muchos de los presos más radicales de la banda terrorista ETA.

Era sábado por la mañana cuando llegaron a las inmediaciones del centro penitenciario de Algeciras. Las cuatro decenas de manifestantes portaban ikurriñas vascas y banderolas con el símbolo a favor de la amnistía de los etarras -creado por el escultor Eduardo Chillida-, simbología habitual de este tipo de concentraciones, a las que Amnistia eta Askatasuna ha añadido otras banderas: se pudo ver enseñas comunistas con la hoz y el martillo y también banderas independentistas de Galicia, con la estrella roja de cinco puntas.

Cabe señalar que Ibil -la escisión de ETA que está en la raíz de este colectivo de familiares de presos- es una organización que en sus comunicados y manifiestos remarca su carácter de extrema izquierda y su intención de seguir luchando por una Euskal Herria no sólo independiente, sino también claramente socialista.

En su marcha alrededor del perímetro de la prisión de Algeciras -donde hay una docena de presos de ETA- estos familiares y simpatizantes de los etarras lanzaron cohetes y corearon consignas como “¡No hay paz sin amnistía!”, “¡Presos a la calle, amnistía completa!”, “¡Dale que te pego hasta ganar!”, “¡La lucha es el único camino!” y “¡Abajo los muros de las prisiones!”.

Las cárceles con los presos más radicales

Tras leer un manifiesto y cantar el “Eusko Gudariak” (el “Himno del soldado vasco”), el caso medio centenar de proetarras se trasladaron en el autobús al Puerto de Santa María para repetir la concentración ante la cárcel de Puerto III. Entre Puerto I y Puerto III se acumulan una treintena de los presos más radicales de la banda terrorista, alejados lo máximo del País Vasco, frente a los que rechazan la violencia que son acercados hacia Asturias, Cantabria, Aragón, La Rioja...

 

En este punto, según el relato de Amnistia eta Askatasuna al que ha tenido acceso ECA, varios coches policiales camuflados comenzaron a seguir al autobús. En Puerto los proetarras no pudieron moverse con tanta libertad en las cercanías de la cárcel, y finalmente agentes de Policía identificaron a todos los manifestantes y les obligaron a subir al autobús para marcharse al País Vasco en un viaje de regreso en el que durante muchos kilómetros fueron “escoltados” por las fuerzas de seguridad.

De hecho, al llegar a Euskadi fueron retenidos por la Guardia Civil en un control en el que todos los pasajeros volvieron a ser identificados. Según añaden desde Amnistia eta Askatasuna, “está claro que los ‘txakurras’ [término despectivo de ETA para referirse a las Fuerzas de Seguridad del Estado, especialmente a la Benemérita] tienen un gran interés en tener bajo control al movimiento por la amnistía”.

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