El centro público de personas discapacitadas de Leganés denuncia falta de personal: “Es insostenible”
Critican que cada vez hay más plazas sin cubrir y los residentes quedan desatendidos. La ropa sucia no se limpia, la comida se sirve en platos de plástico, tardan más en hacer las tareas…
El Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física (CAMF) de la localidad madrileña de Leganés está en una situación "insostenible". La falta de personal en el centro sanitario del Imserso ha provocado que no se pueda dar una atención individualizada a los ochenta pacientes y que queden desatendidos. Los pocos que hay son los que lo sacan adelante con su esfuerzo.
Pese a que en febrero los sindicatos de Comisiones Obreras, UGT, USO y CSIF se reunieron con el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, todavía no han visto ningún cambio.
Contratos de un mes
Ángela Úbeda, cocinera en el CAMF de Leganés y delegada electa por parte del sindicato USO del comité de empresa del ministerio de derechos sociales y Agenda 2030 , ha denunciado que las vacantes y las jubilaciones no se cubren con interinos ni con personal fijo, sino con contratos temporales de un mes de duración.
“Eso no es ninguna solución porque dependemos, mes a mes, de los trabajadores que vienen”, ha criticado la cocinera en una entrevista a El Confidencial Autonómico.
Tras un mes de marzo en el que han “agonizado” y han estado “bajo mínimos”, en abril por fin han podido respirar, pero desconocen qué será del mes que viene o del siguiente. Señala que Función Pública cada vez concede menos cupos para suplir las carencias de personal en estos centros.
Faltan más de la mitad de camareros
En una carta enviada al ministro los sindicatos han expuesto que el colectivo de ayudante de actividades domésticas y limpieza -camareros según los llama informalmente Ángela-, está por debajo del 50 % requerido. Actualmente, solo hay 13 de las 29 vacantes cubiertas, 10 por interinaje y 3 fijos.
El resto de las plazas se cubren con los contratos mensuales mencionados, pero no llegan a la totalidad.
En la categoría de cuidados auxiliares de enfermería tampoco llegan, hay ocupadas 64 de las 75 plazas, y en cocina llevan 4 años sin un auxiliar.
“No tener un ayudante de cocina supone que se quede el cocinero solo las tardes de los fines de semana. Si nos pasa alguna urgencia médica y tenemos que ir al hospital o nos ponemos enfermos los residentes se quedarían sin cenar”, ha manifestado Ángela.
Se tuvo que cerrar la lavandería
El mes de marzo se tuvo que cerrar la lavandería y el comedor se sacó adelante con dos personas. Además, las cenas se daban con platos de plástico y tardaban el doble.
Los residentes incluso llegaron a estar un fin de semana sin ropa interior lavada para cambiarse el fin de semana.
“No puede ser que un centro público haya llegado a esas circunstancias”, ha reprochado la cocinera.
“Mucha ansiedad”
Debido a esta situación de estrés, una empleada se puso enferma. Los trabajadores del CAMF sacan “a destajo y de mala manera” sus tareas y han afirmado que eso les afecta a la salud mental.
“Hay mucha ansiedad. Terminas pensando que esto no puede seguir así, que no puedes más“, ha expresado Ángela, que también ha confirmado que hay un sentimiento de culpabilidad generalizado por no poder atender a las personas de la mejor manera porque no hay personal.
Los camareros limpian las habitaciones de los residentes de una planta, cuando terminan van a otra, luego bajan a la lavandería a poner lavadoras, suben también al comedor a montar mesas… Y las cuidadoras, más de lo mismo. Todo con una plantilla que tiene más de 50 años en su mayoría.
Quejas de los residentes
“Los residentes se quejan. porque encima te ven agobiada”, ha lamentado Ángela y ha recordado que son pacientes que necesitan mucha atención porque a medida que se van haciendo mayores, va creciendo la enfermedad y los cuidados.
No obstante, por la falta de personal no llegan a darles la atención individualizada que deberían.
Traslado a otras comunidades autónomas
La misiva remitida al ministro también expresa que una parte significativa del personal termina pidiendo el traslado a otras comunidades y dejando la plaza vacante.
“La gente que aprueba esta plaza son de otras CCAA y quieren trasladarse rápidamente. Y las plazas se quedan vacías”, explica Ángela.
Por eso, los trabajadores del CAMF piden soluciones ya.
