La Semana Santa, un balón de oxígeno para el aeropuerto de Ciudad Real
El llamado efecto Semana Santa ha supuesto un pequeño respiro para el aeropuerto Central de Ciudad Real y su delicada situación financiera, motivada principalmente por el escaso tráfico aéreo registrado en sus pistas desde que fuese inaugurado, hace algo más de dos años. El movimiento turístico generado estos días ha servido al aeródromo privado para registrar un aumento del número de plazas ocupadas en los vuelos que despegan desde la terminal manchega, que actualmente opera con una compañía de bajo coste rutas hacía dos únicos destinos: París y Barcelona. Concretamente, se ha experimentado un incremento de 100 pasajeros en cada uno de los trayectos cubiertos últimamente, lo que ha supuesto una inyección de entusiasmo entre los trabajadores del centro, quienes además están padeciendo las consecuencias de un ERE que se alargará hasta diciembre.
